Autoridades policiales de la Delegación Departamental de Investigaciones de Vicente López lograron detener a 3 individuos, que preparaban los secuestros extorsivos de 2 adolescentes, quienes cursan sus estudios en colegios privados de esa zona de la provincia de Buenos Aires y en el barrio porteño de Saavedra. Las víctimas de la gavilla iban a ser un pibe, de 17 años, que es hijo de un matrimonio de empleados judiciales, y una chica de 16, que es la hija de un hombre que se dedica al reparto de sustancias alimenticias. Uno de los involucrados se desempeñaba como acompañante terapéutico de jóvenes adictos a consumir drogas. Se cree que los marginales se dedicaban a estudiar en Facebook los movimientos de los menores.

Los voceros judiciales revelaron que las víctimas de los hechos extorsivos iban a ser un adolescente de 17 años, quien concurre a un establecimiento escolar privado en el barrio capitalino de Saavedra, y una menor, de 16, que asiste a un colegio similar, pero en Vicente López. El padre del jovencito se desempeña como empleado en el poder judicial de San Martín y su madre trabaja en los tribunales de San Isidro. Mientras tanto el progenitor de la muchachita es un distribuidor de sustancias alimenticias.

Fingía ser terapeuta

Trascendió que uno de los individuos, de 47 años, que afirmaba ser acompañante terapéutico de adictos a consumir drogas, fue capturado en vía pública, mientras se hallaba en proximidades de su finca en el departamento B de un edificio situado en Venezuela al 3600, en Villa Martelli (en la vivienda se secuestraron un buzo gris, una pistola 6.35 y un equipo de comunicación).

Por su parte, los restantes implicados -un hombre, de 45 años, y su hijo, de 25- resultaron detenidos tras ser sorprendidos en una pensión ubicada en el cruce de Ingeniero Huergo y Madero, en José León Suárez. A estos malvivientes, los policías les hallaron un VW Bora, que utilizaban para consumar asaltos, determinándose que además se refugiaban en una casa instalada en calle Andrade al 1500, en esa misma zona. Las mencionadas diligencias fueron supervisadas por la Dirección Departamental de Investigaciones de San Isidro, quienes buscan a otros 2 integrantes de la peligrosa organización.

Dichas pesquisas se iniciaron a raíz de un asalto ocurrido en una pensión situada en Antonio Malaver al 4800, en Munro, ya que, de las diferentes escuchas telefónicas autorizadas por los funcionarios de la Justicia y efectuadas por los investigadores, surgió que la banda no solamente se dedicaba a entraderas, sino que pensaba concretar los secuestros de los estudiantes secundarios.

Intervino en la causa el doctor Gastón Andrés Larramendi, fiscal en turno de la Unidad de Vicente López Oeste, dependiente del departamento judicial de San Isidro.