Más de 20.000 personas disfrutaban, eufóricas, de un festival de música country en Las Vegas cuando, de repente, la noche dejó lugar al pánico. Una balacera sorprendió a los presentes. Después, llegó el silencio que, de inmediato, rompió en nuevos estruendos. El público huyó despavorido, intentó salvar su vida, pero decenas no lo lograron. El tirador había actuado desde el piso 32 de un hotel cercano y se suicidó cuando fue cercado por la policía. Junto a él, había un arsenal.

Stephen Craig Paddock, de 64 años y residente en Mesquite, en el mismo estado de Nevada, estaba alojado en el hotel casino Mandalay Bay desde el 28 de septiembre. Allí aguardó, paciente, el momento oportuno y en la noche del domingo encontró su oportunidad. Durante unos diez minutos y desde unos 365 metros de distancia, disparó a mansalva a la multitud que presenciaba el recital de Jason Aldean en el festival Route 91 Harvest: mató a 59 personas y provocó heridas a 527. De inmediato fue localizado por la policía, que desplegó un impresionante operativo en la zona. Los uniformados subieron al piso 32 y detonaron explosivos para abrir la puerta de la habitación del asesino. Cuando ingresaron, Paddock ya se había suicidado. Junto al cuerpo, había más de diez armas. Para la matanza utilizó un rifle semiautomático, un arma de guerra que permite disparar ráfagas de balas sin ser recargada.

Especulaciones

De inmediato se pensó que podía tratarse de un atentado terrorista, pero las autoridades yanquis no encontraron ninguna vinculación entre el criminal y grupos extremistas. Incluso, Paddock carecía de antecedentes criminales.

En tanto, en un primer momento se pensó que una mujer sería cómplice de la masacre, pero rápidamente esa línea de investigación fue descartada.

Sobre el único asesino, quienes lo conocían contaron que se definía como un jugador profesional, que solía mostrar una foto suya tras ganar 20.000 dólares en una máquina tragamonedas. Además, en las últimas semanas había hecho apuestas por decenas de miles de dólares.

Por otra parte, su hermano dijo que el tirador era un inversor multimillonario que había hecho su dinero en el negocio de bienes raíces.

Muchas descripciones, muchas hipótesis, pero, por el momento, ninguna ayuda para descifrar qué motivó a este sujeto a realizar semejante masacre.