l manto de duda que descansa sobre los créditos hipotecarios ajustados por inflación no detiene las iniciativas bancarias para cubrir una gran demanda insatisfecha. A las líneas del Procrear se sumaron rápidamente las opciones en bancos públicos y privados y ayer, en plena recta final de la campaña electoral, se abrió la inscripción para otro préstamo del programa del gobierno que agrega como novedad la exclusividad para jóvenes de 18 a 35 años.
A pocos minutos de habilitar la web, el ingreso colapsó. Es que al atractivo intrínseco de las dos líneas de crédito para compra o construcción de inmuebles con cuota similar a la de un alquiler, se suma una solución para quienes les era sencillamente imposible contar con un ahorro previo del 10 o 20 por ciento del valor de la propiedad (como lo exigían todas las líneas hasta ahora).
Si bien hay 45 días para anotarse y la selección no es por orden de inscripción, el plan contempla sólo 40.000 préstamos, por lo que la franja etaria convocada desbordó la página del Procrear en pocos minutos. Ofrece a los seleccionados ahorrar durante 12 meses en un Plazo Fijo UVA (Unidad de Valor Adquisitivo) al menos el 5% del valor de una propiedad nueva o usada que debe ser de hasta 1.200.000 pesos (equivale hoy a 60.000 UVAs), y acceder a un subsidio no reembolsable por parte del Estado Nacional, de hasta 240.000 pesos (12.000 UVAs).
El monto tope del valor de la propiedad no es casual. A primera vista, pocos inmuebles en la ciudad de Buenos Aires se adaptan a este rango de precio, pero sí lo hacen, en cambio, varias zonas del conurbano bonaerense. Es posible inferir, en plena campaña legislativa donde se enfrentan el macrismo y el kirchnerismo (entre otros), que el gobierno se anota un punto con la iniciativa crediticia orientada al sector de la población más reticente a sus ideas.
La nueva opción podría hacer realidad, entonces, el viejo sueño de la casa propia, pero podría también convertirse en un problema si los salarios no crecen o no superan la inflación. El tiempo dirá si el gobierno actual y los que vendrán pueden sostener un contexto económico que considere el compromiso de endeudamiento que tomarán muchos argentinos, en este caso desde temprana edad, por los próximos 20 o 30 años.